
Hay un montón de cosas malas que los padres hacen por el bien de los hijos. Como despojarles de completa intimidad escarbando en cajones o en historiales de navegación. “Bla, bla, bla es por tu bien, hijo” lo podemos llamar. (Eso o “inmunidad”). Total, ¿qué hay de malo por un poquito de manipulación extra para que hagan lo que nosotros creemos que es lo mejor? Aparte de toda la que se se soporta por los medios. Hoy te has enterado de algo. Tu hijo fuma. Y quien dice tu hijo, dice un amiguito. El caso es que el mal ha entrado en tu casa y vas a poner todos tus medios para que salga cuanto antes. Menuda eres. Vas a conseguir que el dejar de fumar sea una realidad.
Pero, ¿cómo? El “no fumes” ya está muy visto y no ha dado muy buenos resultados. Como dice el dr. Daniel J. Siegel en este libro tan fabuloso que estoy leyendo, los adolescentes exageran los pros de las situaciones y minimizan los contra. Esto es: ¡viven en positivo! Cualquier cosa negativa que se les cruce, simplemente la ignoran. Y, lo siento pero, tu “no fumes” ya hace tiempo que salió de su cabecita.
Bien, veamos, aquí tenemos una oportunidad grandiosa de aprender de los grandes, de esas mentes prodigiosas de la manipulación que un día recibieron el encargo de bajar el consumo de tabaco entre los jóvenes. Sí, publicistas creativos que un día se enfrentaron al mismo dilema que tienes tú hoy.
¿De qué argumentos disponemos?
Fumar es malo para la salud. Enfoque emocional.
Fumar mata. La gente se muere de esto. ¡Cuidado! ¡Peligro! Miedo.
¿Y cómo respondieron y responden los jóvenes ante el miedo?
¡A mí TÚ no me asustas!
Y es verdad. El poder de los medios desaparece cuando cualquiera dice eso, cuando nos enfrentamos con valentía a alguien que nos quiere asustar.
Fumar es malo para la salud. Enfoque racional.
Es verdad, ¡qué tontos hemos sido! Vamos a dialogar. Verás, dejar de fumar es muy importante. Fumar es malo porque “el consumo de tabaco es el factor de riesgo más importante, y es la causa de más del 20% de las muertes mundiales por cáncer en general, y alrededor del 70% de las muertes mundiales por cáncer de pulmón” según la OMS. Miedo otra vez, solo que más aburrido.
Pero ¡vamos a ver! ¿De verdad creéis que se puede andar intentando seducir a la gente así? ¿En serio? ¡A mí TÚ no me asustas! Y seducirme, menos.
Lo que de verdad funcionó.
Luego llegó la tercera prueba. Después de hablar con psiquiatras y psicólogos en EE.UU. (en España no he visto ningún anuncio así y habría que preguntarse si es porque el Gobierno se lleva demasiado dinero de la industria) y de que les explicaran a los publicistas cómo funcionan los cerebros adolescentes, empezaron a valorarles como a adultos y por fin encontraron algo positivo que ofrecerles por dejar de fumar:
Lo que hicieron fue contarles cómo los magnates de la industria les manipulaban para quedarse con su dinero. Con eso consiguieron que los adolescentes se sintieran fuertes frente a los adultos que querían hacerse ricos a su costa y el índice de consumidores de tabaco bajó.
¿Qué hemos aprendido de todo esto?
- Trata a tu hijo como a un igual.
- Escúchale.
- Averigua qué quiere. (Sin hacer cosas malas, por favor).
- Ofrécele algo positivo.
- Haz que se sienta bien, fuerte y seguro de sí mismo.
- Dale amor. Incondicional.